Indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo, el selenio es un mineral que ejerce variadas funciones biológicas, primordialmente antioxidantes. Participa activamente en el metabolismo de las células y nos proporciona energía. Además, desempeña un papel fundamental en el sistema tiroideo e interviene en el metabolismo de los lípidos.
¿Qué es el Selenio?
Es un oligoelemento esencial que el cuerpo humano no puede producir, por lo que necesita que le sea suministrado por la vía alimenticia y de la suplementación.
Sobre todo, vas a encontrarlo en los músculos, el hígado y el riñón. La cantidad total de selenio que puedes encontrar en el organismo ronda los 10-15 mg y sus niveles pueden detectarse con un simple análisis de sangre.
Su funcionamiento es el de un poderoso antioxidante que combate los radicales libres, previniendo al mismo tiempo la degeneración macular.
Activa y estabiliza el sistema inmunitario, así como favorece y agiliza la curación de las enfermedades. Genera los anticuerpos que defienden al organismo ante cualquier ataque. Y, por si esto fuera poco, se ha demostrado que inhibe la aparición de las células tumorales.
En resumen, el selenio es básico para el organismo humano al intervenir en el metabolismo celular, ayudar a prevenir la aparición de las enfermedades, proporcionar energía y proteger al organismo de los daños que causan los radicales libres.
¿Cuál es la función del Selenio en el organismo?
Como venimos diciendo, el selenio protege a las células de los efectos nocivos causados por los radicales libres y los rayos UV, capaces de dañar tanto las paredes celulares como el genotipo. Al mismo tiempo, bloquea el estrés oxidativo y la carga negativa de los metales pesados tóxicos, como son el plomo y el mercurio.
Finalmente, contribuye a fortalecer el sistema inmunitario y ello debido a su efecto antiinflamatorio, interviniendo en el óptimo funcionamiento de la glándula tiroidea.
Síntomas que alertan de su carencia:
-Alteraciones de la glándula tiroides. Esta glándula precisa selenio para la producción de la hormona T3, a los efectos de poder cumplir con su misión en los procesos metabólicos.
-Igualmente, el selenio es necesario para que la glándula tiroides neutralice el agua oxigenada que produce y que, en demasía, puede llegar a dañar los propios tejidos de la glándula.
-Piel y uñas frágiles. El mismo proceso antioxidante se requiere para el mantenimiento de la piel y uñas en buen estado. Por esa razón, también unas uñas y piel frágiles denotan en ocasiones una deficiente absorción del mineral.
-Una piel pálida o un intenso blanco de las medias lunas de las uñas pueden significar una carencia crónica de selenio.
-Confusión mental. El selenio es preciso también para sintetizar las que se conocen como selenoproteínas, unas enzimas que participan en una amplia variedad de funciones fisiológicas, entre las que destaca la función cerebral.
-Las mencionadas selenoproteínas son necesarias para que se produzca la comunicación entre neuronas. Es por esa razón que las personas que presentan deficiencia de selenio suelen estar aquejadas de mala memoria, falta de claridad mental y problemas de concentración.
-Cansancio y debilidad muscular. El mineral que nos ocupa participa en la producción de energía celular, reduciendo el estrés oxidativo. Esto significa que la sangre que cuenta con suficiente oxígeno es capaz de llegar a todas las partes del cuerpo.
-Bajo estado de ánimo. En la vida todos pasamos por etapas en las que nuestro ánimo decae, si bien esto también se ve favorecido por diferentes deficiencias nutricionales. Pues bien, la de selenio es una de las que no debes pasar por alto.
-Pérdida de cabello. El selenio regenera y prolonga la vida en el organismo de otros antioxidantes, como la vitamina C. Los antioxidantes protegen gran cantidad de tejidos corporales y el cuero cabelludo es uno de ellos.
Quizás no sepas que, cuando perdemos cabellos, tal señal del cuerpo puede estar indicando una deficiencia de antioxidantes relacionada con una carencia de selenio. Si notas una pérdida de pelo que se produce con relativa rapidez, distribuyéndose de modo uniforme, puedes estar padeciendo falta de selenio.
-Resfriados e infecciones frecuentes. Un buen nivel de selenio resulta imprescindible para la eficacia del sistema inmunitario a la hora de plantar cara a bacterias y virus patógenos que causan los resfriados y otras enfermedades infecciosas.
Si sufres más de tres o cuatro resfriados durante el otoño y el invierno, existe la posibilidad de que tengas una deficiencia de selenio.
¿Qué alimentos contienen Selenio?
Entre los alimentos que más selenio aportan, destacan los alimentos de origen animal, como la carne de cordero, pavo, pollo, cerdo y ternera (sobre todo hígado y riñón), mariscos (ostras), pescado (atún) y leche.
Por suerte, también existen alimentos vegetales ricos en selenio, entre los que sobresalen las nueces, las nueces de Brasil, las setas shiitake, las semillas de chía, el lino o sésamo, el arroz integral, las semillas de girasol, el trigo integral y las verduras.
Ingesta: Dos capsulas diarias acompañadas de alguna comida principal.
(contiene 60 cápsulas)
Nota: El color de las capsulas pueden variar segun stock del fabricante.
Este suplemento no pretende curar, prevenir o diagnosticar ninguna enfermedad.
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